La libra británica fue
impulsada después de que la inflación general en el Reino Unido subió al ritmo
más rápido en dos años en noviembre.
El IPC subió a un 1,2 por
ciento interanual en noviembre frente al 0,9 por ciento de octubre, impulsado
por el alza de los precios de la gasolina y la ropa. La debilidad de la libra
esterlina ha sido otro factor detrás de la subida de la inflación de los
precios al consumidor.
La lectura de hoy fue un
poco más firme de lo esperado. La mayoría de los economistas pronosticaron un
aumento de 1,1 por ciento. La tasa básica subió a 1,4 por ciento desde 1,2 por
ciento, superando una previsión del 1,3 por ciento. Los datos sobre los precios
al productor mostraron un aumento del 2,3 por ciento interanual en noviembre,
el mayor desde abril de 2012. Los precios de los insumos subieron un 12,9 por
ciento interanual el mes pasado, desde el 12,4 por ciento de octubre, pero era
inferior al 13,5 por ciento esperado
La inflación del Reino
Unido ha estado por debajo del objetivo del 2% del Banco de Inglaterra durante
casi tres años y en 2015 estaba en un mínimo récord a cero. El Banco espera que
la inflación aumente bruscamente en 2017.
El viernes pasado, el BoE
publicó una encuesta de expectativas de inflación que mostró que las
expectativas de inflación pública promedio para los próximos 12 meses en el
Reino Unido subirían a 2,8 por ciento en noviembre desde 2,2 por ciento en la
encuesta anterior en agosto.
El aumento más
pronunciado de la inflación también está elevando las expectativas de un alza
en las tasas de interés. En su reunión de política el 3 de noviembre, el BoE
dijo que ya no esperaba recortar las tasas de interés de nuevo durante el 2016
y pasó a una postura neutral sobre su próxima medida de política monetaria. El
foco se centra ahora en la próxima reunión del jueves. Los economistas
pronostican que el Banco mantendrá la tasa de referencia en un récord de 0,25
por ciento.
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